11 mayo 2011

El desequilibrio del Digital Transmedia Storytelling

La definición de transmedia storytelling que más me ha llamado siempre la atención es la que asegura que el primer caso documentado es la Biblia.
Maravillosamente cierto: una narración fragmentada en una gran diversidad de plataformas (papel, vidrieras, iconos, cuadros, esculturas...) donde el espectador se hace su propia versión y todas las versiones confluyen en un único relato universal compartido por una "comunidad de usuarios".
Acabo de ver la explicación que hacen Gonzalo Martín y Massimo Martinotti y sus explicaciones añaden, a la primera definición, la dimensión digital del método: la convergencia digital y la participación del usuario.
Tanto una como la otra están envueltas, curiosamente, por un aura de ininteligibilidad. Si a mi padre le cuento eso del digital transmedia storytelling me pone cara de que le cuento algo súper-interesante a lo que, antes de que pueda acabar, ya ha renunciado a entender. ¡Pero si ni la directora de cuentas de la última agencia interactiva donde trabajé entendió jamás qué significaba ni para qué servía! 


Para convencerme a mí mismo de que el método es útil y sencillo me he dibujado el DTS (digital trans...blablá) de mi propia marca, o sea, de mí.
Me he puesto en la piel de un responsable de RRHH que me investiga en la red para saber si soy el perfil idóneo para el cargo y esto es lo que me ha salido.


Me he dado cuenta de que la elaboración de una estrategia bien cerrada, sin flecos, donde las interpretaciones que pretendemos generar en la mente del consumidor no se nos vayan de las manos y a la vez ofrezcan "salidas" que hagan sentir al usuario libre en sus "averiguaciones" para no mostrar un perfil de marca rígido y monótono, el relato debe estar en permanente cambio.
Mi web ha quedado obsoleta si la comparo con mi LinkedIn, y la tremenda velocidad con la que pueden generar significantes mi Tumblr y mi Twitter (y eso que no incluyo el facebook, que es la madre del cordero...) muestran un desequilibrio en el discurso estratégico que hacen incoherente a mi marca.
Desarrollar una planificación estratégica de marca a medio y largo plazo mediante redes sociales y narrativas fragmentadas multimediales exige la aceptación de un alto grado de incoherencia entre los core messages de la marca. Aceptar esos desequilibrios, darlos por hechos y aprender a jugar con ellos hasta convertirlos en un valor añadido es, creo, el auténtico reto del DTS.

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